Hoy fue un día lleno de recuerdos... de cómo nació Eduardo, de porqué nació ese día, del ambiente que se vivía alrededor mío, de cómo en la distancia mis hermanos se reunían (con la canción Antonia de Gondwana como fondo) para recibir a este sobrino tan deseado, etc.
Por la mañana fuimos al jardín de Eduardo, a celebrar con un ritual Montessoriano su cumpleaños.
Por la mañana fuimos al jardín de Eduardo, a celebrar con un ritual Montessoriano su cumpleaños.
Este ritual consiste en sentarse en círculo y poner una vela en el medio del círculo.
Los padres del niño llevan recuerdos del nacimiento, fotos, ropa, etc. Yo llevé fotos embarazada, del primer día de nacido, de su primer diente, de su primera papilla; también llevé la ropa que hicieron poner a Marcos para entrar al pabellón, unos calcetines pequeñitos de Eduardo, ropita chiquita. La finalidad de esto es ir relatando de que se trata cada cosa, contar alguna anécdota y las fotos y objetos se van corriendo de niño en niño (ellos la tocan, la observan, la huelen y hacen sus comentarios). Luego, el festejado da vueltas alrededor de la vela, sólo o en compañia de sus padres, esta vez lo acompañó Marcos pues yo estaba tras la cámara fotográfica. Las vueltas son una por año cumplido y la tía o Tante en este caso, va relatando lo que sucede en la vida de un niño mientras va cumpliendo cada año, una vez que termina se le canta el cumpleaños feliz y los niños dan sus mejores deseos al cumpleañero.
Nosotros, además, llevamos unos sandwichs, jugos y una torta helada para compartir.
Los padres del niño llevan recuerdos del nacimiento, fotos, ropa, etc. Yo llevé fotos embarazada, del primer día de nacido, de su primer diente, de su primera papilla; también llevé la ropa que hicieron poner a Marcos para entrar al pabellón, unos calcetines pequeñitos de Eduardo, ropita chiquita. La finalidad de esto es ir relatando de que se trata cada cosa, contar alguna anécdota y las fotos y objetos se van corriendo de niño en niño (ellos la tocan, la observan, la huelen y hacen sus comentarios). Luego, el festejado da vueltas alrededor de la vela, sólo o en compañia de sus padres, esta vez lo acompañó Marcos pues yo estaba tras la cámara fotográfica. Las vueltas son una por año cumplido y la tía o Tante en este caso, va relatando lo que sucede en la vida de un niño mientras va cumpliendo cada año, una vez que termina se le canta el cumpleaños feliz y los niños dan sus mejores deseos al cumpleañero.
Nosotros, además, llevamos unos sandwichs, jugos y una torta helada para compartir.
Eduardo apagó la vela sobre la torta y luego vino el esperado tortazo, ja,ja,ja.
La celebración en grande es mañana sábado.
Ahora me voy a terminar las cositas ricas que estoy preparando para la gran fiesta, hmmmmmmmm...
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