Ya estoy más tranquila.

Mi padre aún sigue hospitalizado, debido a que no han logrado estabilizar el nivel de glicemia, la tiene alta. Pero me tranquiliza el saber que tendrá una atención oportuna, si algo llega a pasar.

Mi sensación de soledad ha disminuido, ya que he recibido palabras de aliento y apoyo de personas que me inspiran plena confianza. Siento que lo que me dicen no son meras frases de "buena crianza", sino que les nace del corazón decirmelas.

Sólo pido a Dios que me dé fuerzas, ánimo, positivismo y sobre todo sabiduría, para saber enfrentarme a lo que venga, sea bueno o malo a los ojos de los hombres.

Tengo que tomarme este tiempo como una nueva oportunidad para decir y dar a conocer lo que siento con más fuerza, con más vehemencia, con más claridad, quizás ser más directa. Si antes, con tan sólo llamar y enviar muchos besos por teléfono, tenían que darse por enterado de que era mi forma de decir "te quiero", ahora tengo que decirlo, tal cual: "te quiero mamá, te quiero papá, te quiero hermano... "

De hoy en adelante debo "OCUPARME" de las cosas y no "PRE-OCUPARME".

¿Qué ves aquí?....

... espero que no sea un sombrero.